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ÁREA EDUCATIVA

  JUEGO – APRENDIZAJE – ESCUELA1

    Reflexiones sobre nuestra realidad surgidas a partir de la lectura del artículo:


Lo que incita a jugar y lo que incita a aprender” por Martine Mauriras Bousquet de Perspectivas de Educación N.º 60 de 1986 UNESCO". 

 

LO QUE INCITA A JUGAR Y LO QUE INCITA A APRENDER

    Por todos es sabido que el juego y la escuela nunca estuvieron muy bien avenidos. “Hay un tiempo para jugar, un tiempo para trabajar”; “no hemos venido a perder el tiempo”; “venimos a trabajar, a estudiar, a aprender, a conocer” … Es decir, que, para los niñ@s2, el tiempo de estudio se le elimina al tiempo de juego.

    Tenemos presente que desde Platón a Scheler y de Comenius a Rousseau, pedagog@s, psicolog@s, sociólog@s, pediatras y otros, han afirmado y afirman que el juego para el niñ@ es el método más eficaz de aprendizaje, es: su manera de aprender.

    La realidad nos muestra un desajuste entre la teoría y la práctica.

    Desde este blog3 nosotros nos proponemos demostrar la hipótesis siguiente, tal como sostienen los teóric@s: el juego es una actitud general que debería estar presente en la educación.

    Para los prácticos, el ámbito del juego se limita en muchos casos, por desgracia, a los llamados juegos para el aprendizaje (juegos educativos). Además, quisiéramos demostrar que el concepto de “juegos de aprendizaje” – “juegos educativos”, es artificial, falsea la reflexión y, de hecho, impide que se desarrolle una autentica pedagogía lúdica.


¿SE PUEDE APRENDER SIN JUGAR Y JUGAR SIN APRENDER?

 La expresión “juego de aprendizaje” o “juego educativo” es, a decir verdad, redundante, ya que parece dar a entender que es posible aprender aburriéndose, o que se puede jugar y no aprender nada. Basta con examinar la problemática mas atentamente y vemos que no hay juego que no logre hacernos aprender algo y que no hay un buen ejercicio de aprendizaje que no sea, además, lúdico, complementados existen en este devenir el juguete u objeto lúdico.

Es importante aclarar que hablaremos, de ahora en adelante, de objeto lúdico, ya que abarca más que juguete. Éste término perdió su dimensión en nuestra realidad por la discriminación que acompaña a la palabra "juguete" (didácticos, intelectuales, recreativos, educativos, etc.)

        El objeto lúdico incluye a: materiales de desecho, de la naturaleza, cotidianos y manufacturados.

        Retomando, un objeto lúdico que nos impulsa a jugar trae siempre consigo un aprendizaje; y al fin y al cabo los contenidos a enseñar son o deberían ser objetos lúdicos.

        Todos los objetos que nos permiten crear, recrear, distender, relajar, jugar, son válidos y nos permiten aprender, en definitiva, crecer.”4

        Aquí es importante aclarar que los juegos, los objetos lúdicos, dijimos que enseñan, pero no forzosamente todo un programa del año escolar. Pero, ¡ATENCIÓN!, que un buen ejercicio áulico, o sea, el que permite un aprendizaje, es siempre lúdico. Desde luego, el alumn@ que no consigue salir del paso en una composición o que no logra ver el sentido, la solución de un problema de cálculo, no se divierte ni mucho menos; pero cuando encuentra ideas, o vislumbra en qué consiste una solución, siente algo que se asemeja a lo que sentiría en un juego del que saliera airoso. Intentar aprender y no conseguirlo es algo molesto, aburrido y frustrante, pero aprender, descubrir, crear: ESO YA ES JUGAR. Para Einstein, “LA CIENCIA ERA UN JUEGO”.

        En cuanto a los objetos lúdicos, se admite que todos los objetos en la primera edad son educativos, contribuyen a enriquecer el medio ambiente del niñ@, lo llevan a efectuar distintas operaciones y contribuyen hacia el desarrollo sensomotor, al descubrimiento y a la estructuración del medio y a la coordinación de los esquemas. Entonces, nos preguntamos: ¿Cómo es posible que los objetos lúdicos, que desempeñan ese papel en el aprendizaje de los niñ@s pequeñ@s, dejen de ser educativos en un momento dado? Pero observando a los niñ@s, a los adolescentes, a los adultos, vemos que “EL OBJETO LÚDICO NO ES MÁS QUE EL SOPORTE DEL JUEGO” y, como toda actividad, puede ser un juego. “TODO PUEDE SER TRANSFORMADO EN OBJETO LÚDICO”, sintetizando: así como, por ejemplo, un ejercicio escolar puede muy bien ser realizado como un juego, vemos con frecuencia que el cuaderno, los lápices, la mochila, la cajita de los lápices de colores, etc., instrumentos éstos de trabajo, en un comienzo son objetos lúdicos para el aprendizaje y, cuando dejan de interesarle al niñ@ como tal, ya no aprende.


JUEGOS Y APRENDIZAJE

Los juegos de aprendizaje son cosas con las que se cree que se juega y aprende pero; el juego es, sobre todo, ganas de jugar y, esas ganas de jugar, ese deseo, aún cuando no sea absolutamente arbitrario, es, sin embargo, algo extremadamente personal, es algo que surge en el jugador, jugadora que viene de él, de ella y no hay factor exterior que permita suscitarlo automáticamente.

Podemos decir, exagerando un poco, que los juegos de aprendizaje son, sobre todo, algo que parece juego. Lo esencial siguen siendo las ganas de jugar. Un error corriente supone que un “juego u objeto lúdico” puede, en sí mismo, llevar a jugar. Desde luego, toda actividad, todo objeto, puede hacer que se juegue y se aprenda; pero, no hay actividad ni objeto que garantice que el niñ@ vaya a jugar. Cada uno juega como quiere, a lo que quiere y cuando quiere y puede decirse lo mismo del aprendizaje; si es verdad que puede obligarse a un niño a que realice tal o cual tarea escolar, eso no quiere decir que se le haya obligado así a aprender; APRENDER CÓMO JUGAR, SON REALIDADES QUE FORMAN PARTE DEL REINO DE LA LIBERTAD.


EL DOCENTE COMO ANIMADOR DE JUEGOS

Algunos que saben que el juego es aprendizaje, han creído también que es posible enseñar con juegos. Hay una doble confusión en este caso, ya que, por un lado, LOS JUEGOS no llevan automáticamente AL JUEGO y, por consiguiente, al aprendizaje, y que, además, el aprendizaje y la enseñanza son dos procesos que están relacionados entre sí pero que no son idénticos:

EL JUEGO NO SE AVIENE CON LA ENSEÑANZA y

LOS JUEGOS no garantizan que haya APRENDIZAJE,

nos enfrentamos así con un dilema: si dejamos que el niño juegue libremente, no aprende lo que quisiéramos que aprendiera; si intervenimos en su juego dándole un objetivo, acabamos con el juego y el niño no aprende nada. Camoe Krou dice: “No podemos manejar a nuestro antojo un juego, porque el juego no forma al niño para ninguna tarea particular, apunta el desarrollo integral del ser humano

Si los educadores han preferido, por regla general, los juegos al juego, es porque lo que buscaban para el niño no es cualquier tipo de desarrollo sino un desarrollo con una orientación bien determinada. Los juegos permitían precisamente o, al menos, es lo que se creía, transmitir, gracias al entusiasmo lúdico, mensajes cognoscitivos o éticos específicos.

Pero esta manipulación, por desgracia, es letal para el espíritu que anima al juego y, en resumidas cuentas, los juegos de aprendizaje resultan ser ejercicios, ni mejores ni peores, que los ejercicios tradicionales que, al menos, tienen la honradez de no intentar esconder lo que son.

Un juego puede, desde luego, estimular la inteligencia del niño y contribuir así a su desarrollo general; pero, es infinitamente poco probable que se consiga hacer asimilar a un niño las materias del programa mediante una serie de juegos de aprendizaje; para eso es necesario crear un ambiente lúdico y eso, que sepamos, es algo que nadie ha intentado hacer de modo sistemático.

Si lo que se desea es que el juego esté asociado de manera permanente al aprendizaje escolar, no se va a conseguir esa asociación presentando juegos de aprendizaje prefabricados, si no se introduce una actitud lúdica en el conjunto de la vida de la clase. 

 

El aula debe ser un gran juego renovado y reinventado continuamente, con la participación de todos.

        Por eso, en este blog, es fundamental que los futuros docentes lúdicos jueguen y descubran las fuentes de su propia vida lúdica, para crear y generar el ámbito lúdico en el crecer de los niñ@s, adolescentes y adultos.

        Como síntesis del proceso compartimos que:

"La comunión del juego y el objeto lúdico es generadora de respuestas, si éstas se van encontrando, el jugar servirá siempre.”

Hely Ezio CORÁ MONJE

 

 

 


 

 

 

1 CORÁ MONJE, Hely Ezio. Idea y creación del Post-Grado de “Docente especializado en Juego y Recreación". Dirección General de Escuela y Cultura de la provincia de Buenos Aires. Dirección de Educación Superior. 1987.

2 Se actualiza con lenguaje coeducativo.

3 Blog, en el documento original figura Post-Grado.

4 CORÁ MONJE, Hely Ezio. Revista CIPOD. Editorial La Obra. Volumen 02 N.º 4, 1986